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Un oasis en la estepa: Estancias de la Patagonia (Parte 1)
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Estancias de la Patagonia, la calidez en la inmensidad.
La belleza simple de las estancias patagónicas, no deja de sorprender. Las estancias son joyas ocultas que revelan la esencia virgen de la región. Desde la vastedad de la estepa hasta la imponente cordillera de los Andes, estas estancias ofrecen una experiencia única, fusionando la naturaleza indómita con la hospitalidad tradicional.
Estancia en Tierra del Fuego: Estancia Tepi
La Estancia Tepi de profunda raíz fueguina, es decir, de la Tierra del Fuego. Fundada en el siglo pasado, hoy es un testimonio viviente de la vida rural y la tradición ganadera de la región. Los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en el pasado y conocer un estilo de vida que parece detenido en el tiempo.
Hospitalidad Patagónica
Los anfitriones de la Estancia Tepi son guardianes apasionados de su tierra. La hospitalidad patagónica se manifiesta en cada detalle, desde las acogedoras habitaciones hasta las delicias culinarias preparadas con ingredientes locales frescos. Los visitantes serán participantes activos de la vida cotidiana de la estancia.
Conexión con la comunidad y la cultura local
Explorar la Estancia Tepi es más que una experiencia turística; es sumergirse en la autenticidad de la comunidad local. Los huéspedes tienen la oportunidad de interactuar con los habitantes locales, aprender sobre sus tradiciones y contribuir a la sostenibilidad de la región.
Más información y cómo llegar. Estancia Tepi se encuentra en la provincia de Tierra del Fuego, a 97 kilómetros hacia el noreste de Ushuaia y a 322 kms. hacia el sudeste de Río Gallegos, Santa Cruz. Ver ubicación exacta en este mapa.
Nibepo Aike, en medio de la estepa
En Nibepo Aike, la aventura y la naturaleza convergen en una experiencia única. Desde emocionantes travesías a caballo hasta la observación de la fauna salvaje, esta estancia ofrece un espectáculo inigualable.
Fundada por Santiago Peso y su esposa María Martinic, ambos yugoslavos. En cada rincón de Nibepo Aike se respira historia, desde las construcciones tradicionales, los trabajos que aún se realizan en el lugar y los maravillosos cielos patagónicos.
Naturaleza que se funde con el horizonte
Cabe destacar que esta estancia se encuentra dentro del Parque Nacional Los Glaciares, por lo tanto, ofrece alojamiento, cabalgatas, caminatas y visita a los glaciares en todo su esplendor. Desde excursiones a caballo hasta caminatas, pesca deportiva, relax y conexión con la naturaleza.
La cálida hospitalidad patagónica
Los anfitriones, descendientes de los fundadores de Nibepo Aike abren las puertas de su hogar con una hospitalidad auténtica y cálida. Las habitaciones acogedoras y las comidas preparadas con productos locales proporcionan un oasis de confort después de un día explorando los vastos alrededores de la estancia.
Aventuras para espíritus inquietos
En Nibepo Aike, hay aventuras, confort y descanso para todos los viajeros que pasen por ahí. Desde paseos a caballo por la estepa patagónica hasta la pesca en los ríos cristalinos que serpentean por la estepa circundante. La estancia ofrece también excursiones guiadas para avistar la rica fauna local, desde cóndores, en las montañas, hasta guanacos que deambulan por la estepa.
Estancia La Ernestina, en Península Valdés
A solo 3 km de distancia, en las proximidades de la Reserva turística de Punta Norte, se encuentra un tesoro familiar que ha sido testigo de generaciones y que invita a los viajeros a sumergirse en la autenticidad de la vida en la Patagonia: la Estancia La Ernestina. Este lugar, bautizado en honor a Ernestina Podestá, esposa de don Santiago Copello, ha sido un bastión de la cría de ovejas merino australiano desde su adquisición en una subasta pública en 1907.
Historia viva en La Ernestina
La historia de La Ernestina se entrelaza con la historia de Península Valdés. Desde sus humildes inicios, dedicada a la cría de ovejas, hasta convertirse en el refugio para los aventureros, viajeros y ornitólogos, amantes de la naturaleza.
La estancia ha sido el legado de cuatro generaciones de la familia Copello. La conexión con la tierra y el respeto por su entorno son los pilares que han sostenido la historia centenaria de este rincón patagónico.
Observación de fauna en Punta Norte
La proximidad a la Reserva turística de Punta Norte convierte a La Ernestina en un punto estratégico para los amantes de la fauna marina. Orcas, pingüinos, lobos y elefantes marinos se congregan en esta área, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de presenciar un espectáculo natural incomparable. La estancia se ha convertido en un santuario de respeto hacia la vida silvestre, proporcionando una experiencia única en la Península Valdés.
Hospedaje frente al mar
Las habitaciones de La Ernestina ofrecen más que comodidad; ofrecen una experiencia de inmersión en la naturaleza. Después de la caída del sol, el comedor y la sala de estar se transforman en acogedores espacios junto al fogón, donde los huéspedes comparten historias y experiencias. Acompañados del murmullo del mar, muy cercano.
El Faro, testigo silencioso
El faro de La Ernestina se erige como el punto central para diversas actividades y como un lugar de contemplación de la soledad de la estepa patagónica. Desde aquí, los visitantes pueden deleitarse con vistas panorámicas, participar en actividades al aire libre o simplemente disfrutar de la serenidad que caracteriza a esta región única.
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