Flora de la Patagonia
La variedad de flora es una amalgama de especies adaptadas a condiciones climáticas extremas y terrenos áridos y vientos casi constantes. Lo ideal es salir al campo y llevar alguna guía, libro, anotador y cámara para documentar y explorar la variedad de especies increíblemente adaptadas a condiciones tan hostiles. También son útiles algunas aplicaciones para identificar plantas, como por ejemplo "PlantNet" disponible en Google Play Store. Pero hay que tener en cuenta que en algunas lugares alejados de centros urbanos no hay conexión, ni internet.
Bosque de Nothofagus con colores de otoño. Fuente: pexels-cátia-matos-3617641
Adaptación a condiciones extremas
La flora de la Patagonia ha evolucionado para sobrevivir en un entorno caracterizado por vientos fuertes, temperaturas extremas y una escasa disponibilidad de agua. Entre las especies más destacadas se encuentran el calafate (Berberis microphylla), reconocido por sus bayas moradas, aunque un poco ácidas, debido a la falta de sol, se puede elaborar con ellas mermeladas y licores, productos típicos de la zona. Otro arbusto que se destaca por sus flores rojas en la primavera, es el notro (Embothrium coccineum). La zarzaparrilla y el michay son arbustos que crecen en los espacios abiertos donde hay un poco más de sol, especialmente al lado de la ruta.
Otra especie emblemática es el coihue (Nothofagus betuloides), un árbol perenne que forma densos bosques, en las costas y lugares con alta humedad. También se halla la lenga (Nothofagus pumilio), árbol de hojas pequeñas y madera semidura, muy utilizado para muebles y construcción. El otoño es especialmente colorido, cuando los árboles se visten de rojo, amarillo, naranja, antes de perder el follaje.
Joyas escondidas
En la Patagonia, es posible encontrar joyas botánicas escondidas entre los paisajes áridos y montañosos. El notro, por ejemplo, despliega sus flores rojas, creando contrastes espectaculares con el entorno. El neneo (Mulinum spinosum), un arbusto espinoso, es conocido por sus propiedades medicinales y su resistencia a las condiciones adversas.
La presencia del ñire (Nothofagus antarctica) en la región es un testimonio de la adaptación de la flora patagónica. Sus hojas pequeñas y adaptadas para reducir la pérdida de agua en un ambiente seco y ventoso.
Frutos del Michay (blueberrys) Fuente: https://cdn.portalfruticola.com/Flora según la ecoregión
La estepa patagonica presenta una flora típica de zonas semiáridas, donde las lluvias no sobrepasan los 400mm anuales. Se pueden encontrar montes de jarilla, neneo y coironales. El paisaje casi desértico se debe a una actividad tradicional de la patagonia que es la cría de ovejas y en consecuentia el sobrepastoreo.
A medida que nos acercamos a la cordillera de los Andes, hacia el oeste, paisaje se va tornando mas verde.
Los magníficos bosques andino-patagónicos o subantárticos es el hogar de la araucaria (o pehuén, en lengua mapuche). Una conífera característica, con forma de paraguas, que puede alcanzar 40 metros de altura. Protegidas en el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut.
En el bosque también hay lengas, coihues, ñires y robles. Y al abrigo de estos bosques majestuosos crecen matorrales de calafates, chaura y grosellas.
También hay canelos, (drimiis wintery) un árbol que da una especie de grano de pimienta, utilizado en la cocina local.
Los arrayanes, son árboles con tronco color canela y hojas verde oscuro brillante. El arrayanal de la Península de Quetrihue, en Villa La Angostura, es uno de los mas famosos.
En la misma región se pueden ver los alerces, junto con el ciprés, las especies autóctonas mejor conservadas gracias a los Parques Nacionales.
A pesar del clima frío hostil y ventoso, se pueden apreciar cantidad de flores, como fucsias, anémonas, botón de oro, arvejilla, milenrama, mata negra, senecio, entre otros.
El musgo llamado Sphagnum es típico de los turbales de Tierra del Fuego.
El liquen conocido como barba o barba de viejo, signo de aire puro y limpio. El hongo conocido como “pan de indio o llao-llao” comestible y extendido en los bosques fueguinos. Pero los hongos merecen un capítulo aparte.
Bolax o yareta (bolax gummifera), una planta que crece en cojín, es decir, en capas de hojas duras, muy resistente al viento y al frío. Crece sobre las islas rocosas, formando una alfombra ondulada, verde y dura. Los nativos comian su raíz.
Conservación y protección
A pesar de su resistencia, la flora de la Patagonia enfrenta desafíos debido a la presión humana y el cambio climático. La preservación de estos ecosistemas es crucial para mantener la riqueza natural de la región. Organizaciones que protegen la naturaleza, sumado al esfuerzo de la Administración de Parques Nacionales trabajan incansablemente para proteger la biodiversidad, fomentando prácticas sostenibles y concientizando sobre la importancia de preservar este patrimonio invaluable.
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